Las seis de la tarde es la hora pactada para la discusión-sermón del día. Exacto como un reloj suizo, Ramiro abre la puerta de su dormitorio. Estrella no le quita ojo:
-¿Y qué me dices de los franceses?
-Así a bote pronto...
-¡Esta mujer mía no está en el mundo! Los franceses, nuestros vecinitos...imaginate, España es una península mientras ellos quieran.
-Supongo...
-Supones...¡nuestro país se puede convertir de la noche a la mañana en una isla y tu supones!
-Por hacer algo...
-Tan malinchista como siempre. ¿Tú sabes la de papeleos que llevaría convertirnos en isla?, ¿qué vas a saber?
-Eso digo yo, qué voy a saber...
Ramiro amaga y renuncia a volver al dormitorio.
-¿Y las bebidas con gas?, ¡son un peligro en venta en el colmado de la esquina!
Ramiro empieza a enlazar temas. Estrella sabe que les darán las claras del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario