domingo, 22 de junio de 2008

PREGUNTAS, PREGUNTAS.

El teléfono berreó hasta que lo cogí, igual que un niño pequeño. Nada más descolgar una voz misteriosa desgranó su diálogo.

-Buenas tardes caballero, ¿tendría tiempo para contestarme cinco preguntas?
-Bueno, sí,.A ver si son facilitas...
- Las cinco preguntas...¿quién? ¿por qué? ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?.
-Eh...no le...

El teléfono enmudeció. Me enfrenté con con un enigma de alto nivel. Unas cuestiones, unas dudas que se me antojaban más allá del conocimiento humano de andar por casa. ¿Qué debía responder?, ¿cómo me pondría en contacto con mi examinador una vez desvelara las respuestas?

Esas preguntas me arrojaron a la mala vida. Leía, leía mucho Al principio con amigos, poco a poco no supieron aguantar mi ritmo y leía solo. Empecé por Historia, luego pasé a algo más fuerte, y me enganché a la Filosofía. Tiempo después y ya víctima de la adicción me pasé a la Metafísica.

¡Que dudas me acechaban en la noche!. ¡Qué sinvivir en mí mismo!.

Así me quedé como me ven ustedes. La mala vida.

Ojalá hubiera sabido que la llamada la había recibido había sido efectuada por un teleoperador joven y primerizo que había tomado mal los apuntes de una encuesta sobre filtros de agua y con los nervios había dejado caer el teléfono al suelo.

¡Me habría ahorrado tantas preguntas!

No hay comentarios: